El Santo Rosario de Maria

03.09.2011 17:23

 

EL SANTO ROSARIO

¿Qué es el Santo Rosario?

El Rosario es un modo de oración que todos podemos practicar. Consiste en ir repitiendo el avemaría (que es el saludo que el ángel le dio a María) interponiendo un Padrenuestro entre cada diez. Esto nos sirve de fondo para, a la vez, ir meditando en la vida de Cristo.

"Rosario" significa "corona de rosas", y así se le considera, como la "rosa de las devociones", la principal. Es una oración muy apreciada por los santos y por gran parte de la Iglesia. A través del permanente saludo del Ángel (el Avemaría) el Rosario nos permite reflexionar sobre los principales episodios de la vida de Cristo llamados "Misterios" (gozosos, dolorosos, luminosos y gloriosos). Por ello al Rosario se le conoce como "Compendio del Evangelio".

El Rosario alarga nuestra práctica cristiana porque enriquece y complementa a la misma liturgia. Es decir, más allá de nuestra participación dominical en la Misa y otros sacramentos, el Rosario refuerza nuestra fe con su práctica. No hay creyente que no ore, y a eso, precisamente, nos remite el Rosario.

Ayuda a diario a mejorar espiritualmente. Es un instrumento por el que podemos meditar en medio de un mundo tan ruidoso y rápido, que a veces no nos deja reflexionar, pensar o comunicarnos con Dios.

Es una herramienta ideal para todo misionero cristiano, que busque inspiración, fuerza y valor. Cuando meditamos los misterios (que no es difícil como muchos creen) nos centramos en las actitudes que toma Cristo en su tarea como salvador y profeta, por lo que aprendemos de ellas recordando siempre que Jesús es el perfecto misionero.

Es la oración ideal para las familias cristianas, pues une a nuestros hogares en meditación, reflexión y súplica, con Cristo como el centro del Hogar y con María como Madre.

Algunos pueden tener la idea que el Rosario es monótono por la repetición vocal de las oraciones, pero es porque no entienden su naturaleza. Si se realiza correctamente, atrae un sinnúmero de beneficios no sólo al que lo reza (o a los que los rezan), sino a aquellos por los que se reza.

La misma Virgen María, en sus apariciones, nos pide que recemos el Rosario. Respondamos a su llamado, hagamos caso al pedido de nuestra Santa Madre y tratemos de empezar hoy mismo. Quizás podamos empezar con cinco avemarías, luego una decena. Después, dos misterios. Poco a poco, viviendo la oración. Asumámoslo como una meta, y como un deber. Recemos el Rosario, vivamos la paz que nos transmite y comprendamos la riqueza que él encierra.

 

 

Oraciones del Santo Rosario

Señal de la Cruz

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Amén

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre Todopoderoso,
creador del Cielo y de la Tierra,
y en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo;
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos;
subió a los Cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso;
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
en la Santa Iglesia Católica,
en la comunión de los Santos,
en el perdón de los pecados,
en la resurrección de la carne,
y en la vida eterna.

Amén

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.

Amén

Ave María

Dios te salve María,
llena eres de Gracia,
El Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre
por los siglos de los siglos

Amén

Salve

Dios te salve, Reina y Madre,
Madre de Misericordia, 
vida dulzura y esperanza nuestra. 
Dios te salve. 
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva, 
a ti suplicamos gimiendo y llorando 
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre-
¡Oh clemente! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios

Para que seamos dignos de alcanza
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Amén

Después de cada decena, diga la siguiente oración pedida por la Virgen María en las apariciones de Fátima:

"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados: sálvanos de los fuegos del infierno, conduce nuestras almas hacia el Cielo, especialmente aquellas más necesitadas de Tu Misericordia."

Letanías Lauretanas

Madre de Gracia
V. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia.
R. En la vida y en la muerte ampáranos Gran Señora

V. Señor, ten misericordia de nosotros 
R. Señor, ten misericordia de nosotros 
V. Cristo, ten misericordia de nosotros 
R. Cristo, ten misericordia de nosotros 
V. Señor, ten misericordia de nosotros 
R. Señor, ten misericordia de nosotros 
V. Cristo, óyenos 
R. Cristo, óyenos 
V. Cristo, escúchanos 
R. Cristo, escúchanos 
V. Dios, Padre celestial 
R. Ten misericordia de nosotros 
V. Dios Hijo, Redentor del mundo 
R. Ten misericordia de nosotros 
V. Dios Espíritu Santo 
R. Ten misericordia de nosotros 
V. Trinidad Santa, un solo Dios 
R. Ten misericordia de nosotros

Santa María. Ruega por nosotros 
Santa Madre de Dios 
Santa Virgen de las vírgenes 
Madre de Cristo 
Madre de la Iglesia 
Madre de la divina gracia 
Madre purísima 
Madre castísima 
Madre virginal 
Madre sin mancha 
Madre inmaculada 
Madre amable 
Madre admirable 
Madre del Buen Consejo 
Madre del Creador 
Madre del Salvador 
Virgen prudentísima 
Virgen digna de veneración 
Virgen digna de alabanza 
Virgen poderosa 
Virgen clemente 
Virgen fiel 
Espejo de justicia 
Trono de sabiduría 
Causa de nuestra alegría 
Vaso espiritual 
Vaso digno de honor 
Vaso insigne de devoción 
Rosa mística 
Torre de David 
Torre de marfil 
Casa de oro 
Arca de la alianza 
Puerta del Cielo
Estrella de la mañana 
Salud de los enfermos 
Refugio de los pecadores 
Consuelo de los afligidos 
Auxilio de los cristianos 
Reina de los Ángeles 
Reina de los Patriarcas 
Reina de los Profetas 
Reina de los Apóstoles 
Reina de los Mártires 
Reina de los Confesores 
Reina de las Vírgenes 
Reina de todos los Santos 
Reina concebida sin pecado original 
Reina elevada al Cielo 
Reina del Santísimo Rosario 
Reina de la paz

V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo 
R. Perdónanos, Señor 
V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo 
R. Escúchanos, Señor 
V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo 
R. Ten misericordia de nosotros 
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios 
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos:
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor

Amén